Primera noche con el bebé en casa

Durante la internación podemos sentirnos contenidas o invadidas ya que constantemente entra y sale gente de la habitación y nos preguntan cómo estamos. Cuando nos dan el alta estamos felices porque significa que todo está bien pero a la vez empezamos a darnos cuenta que ahora estaremos a cargo de la vida del bebé

Llegamos a casa, tratamos de ponernos cómodas y de sentirnos en nuestro nido… acá comienza una historia diferente para cada una. Tratamos de que haya silencio, de que todo esté limpio y un poco tratamos de sentirnos a gusto por volver a casa como si hubiésemos llegado con un ser querido que nos visita. Intentamos que todo esté bien en la comodidad de la rutina y el hogar.

A veces el bebé llega dormido, a veces llorando, a veces estamos solos y a veces hay varias personas en casa queriendo conocerlo.

Aquí hay algo clave, el bebé no conoce el silencio, la tranquilidad del hogar ya no está, la rutina no existe, la limpieza es importante pero hay pocas manos y tiempo, la comodidad es un concepto difícil y el la persona que ingresó con nosotras no es una visita si no un miembro de la familia que llegó para quedarse y necesita su lugar y que se cumplan sus necesidades.

Según cómo vivamos el día será la primera noche ya que si no descansamos ni un segundo y el bebé pasó de mano en mano seguramente a la noche todos estaremos llorando. Si esperamos la noche como el momento donde por fin vamos a poder descansar en nuestra cama es posible que todo se complique. Ya no existen las rutinas y los momentos de descanso como los conocíamos antes de tener un bebé, ni hablar si hay más hermanas o hermanos.

Comienza a oscurecer y las naturaleza los prepara para los momentos más peligrosos, si estaríamos fuera de la seguridad de un hogar estaríamos pendientes de cualquier ruido o cambio de temperatura, en la noche es dónde más peligros hay ( según donde vivamos , claro está).

Creo que la naturaleza prepara a todos los bebés por igual, tienen que sobrevivir y no sabe a qué hogares van a ir ni cuáles serán las condiciones edilicias. Todos deben reclamar estar cerca de mamá, tampoco sabe quién lo va a cuidar pero generalmente es la persona que lo gestó si no es así el bebé se adaptará a otro cuidador primario, allí está la temperatura adecuada, allí hay alimento, comunicación, seguridad e idealmente amor.

Los recién nacidos lo saben y están muy alertas, no se van a separar fácil de los brazos de mamá, menos si los adultos están tensionados y nerviosos confirmando el peligro.

Si lo dejamos llorar, solo en una habitación, pronto aprenderá que no hay un otro que lo proteja y que es mejor cuidar la energía, no sabe cuándo tendrá alimento, y que no conviene llorar ya que puede atraer depredadores. Por supuesto el bebé no realiza estos razonamientos, no busca estrategias que le convengan, simplemente es puro instinto. ¿Cuánto tiempo puede vivir un bebé sin contacto humano? Es difícil saberlo ya que depende de varios factores pero hay muchos casos documentados sobre diferentes situaciones que han debido atravesar a largo de los años.

Muchas familias esa primera noche van a la guardia para confirmar que todo está bien, es mucha la responsabilidad que sienten al cuidar a ese bebé, por lo general esperan un recién nacido silencioso, que duerma a la noche y disfrute de su cuna que con tanto amor consiguieron. Creen que son silenciosos y duermen plácidamente pero ven que se mueven, quieren estar en brazos, lloran, roncan, hacen sonidos extraños, pis y caca mientras duermen…todo es muy nuevo.

Otra duda habitual es que se hace con la comida. ¿Si duerme y no pide lo despierto? ¿Sí duerme solo en la teta está bien? ¿Sí pide a cada rato? ¿Sí no quieren dormir y tampoco comer? ¿Si se duerme lo despierto para hacer provechito? ¿Dónde debe dormir? ¿Cómo tengo que hacerlo? ¿Lo te go que alimentar cada tres horas o no deben pasar tres horas desde la última toma? En otra publicación conversamos sobre esto.

La primera noche es intensa sin lugar a dudas, si nos informamos con una puericultora, buscamos la ayuda necesaria, nos conectamos con nuestro lado más salvaje, más natural, conectamos con nuestros sentimientos y los del bebé es posible que podamos transitarla sin mayores sobresaltos. Una noche tranquila donde todos dormimos plácidamente seguro no será, ahora si nos concentramos en ese bebé que ahora habita nuestro hogar, si tenemos en cuenta sus necesidades, si lo contemplamos con amor, si dejamos de lado lo que nos hacía bien y nos concentramos en descubrir qué necesitamos ahora, si tenemos a alguien que nos cuide a nosotras, puede ser una linda experiencia.

Romina Deguer