El inicio de la alimentación complementaria es un hito muy importante en la vida del bebé y en la dinámica familiar. Este momento, lleno de descubrimientos y aprendizajes, también genera muchas preguntas y decisiones importantes. Entre ellas, una de las más comunes es: ¿Qué silla de comer elijo para mi bebé?
Esta pregunta no es menor. La silla de comer será un elemento esencial en la rutina diaria de tu bebé durante varios años, siendo el espacio donde vivirá momentos de exploración con los alimentos, de conexión familiar, y donde también se desarrollarán habilidades motrices y cognitivas clave. Por eso, es importante tomarse el tiempo necesario para elegir una silla que no solo sea cómoda, sino que también promueva el bienestar y la seguridad de tu bebé.
Desde mi experiencia como puericultora, te comparto algunas recomendaciones para que puedas elegir la mejor opción.
1. Apoyo adecuado para los pies
Es fundamental que la silla de comer cuente con una base donde el bebé pueda apoyar sus pies. Este detalle, que a veces puede pasarse por alto, es clave para su comodidad y bienestar. Los pies colgando durante las comidas generan incomodidad y pueden incluso afectar la postura. Si la silla tiene un apoyo ajustable, mucho mejor, ya que podrás adaptarlo a medida que tu bebé crezca.
2. Fácil de limpiar
Las comidas con un bebé son, por naturaleza, desordenadas. Por eso, elegir una silla que sea fácil de limpiar es un alivio en la rutina diaria. Te recomiendo buscar una silla sin recovecos donde se acumulen restos de comida, con una funda desmontable y lavable. Si es impermeable, ¡mejor aún! Además, es ideal que sea lo suficientemente resistente como para lavarla con una manguera o incluso bajo la ducha. Este tipo de características te facilitarán mucho el día a día, permitiendo una higiene adecuada para tu bebé.
3. Ajustable en altura
A medida que el bebé crece, las necesidades cambian. Al principio, seguramente desearás que la silla esté a la altura de la mesa para que el bebé comparta más de cerca las comidas familiares. Pero cuando comienzan a ser más autónomos, es útil que la silla pueda ajustarse a una altura menor, permitiendo que el bebé suba y baje con facilidad. La flexibilidad en la altura es una característica que extiende el uso de la silla a lo largo de los años.
4. Seguridad ante todo
La seguridad es un aspecto clave a la hora de elegir cualquier artículo para tu bebé, y la silla de comer no es la excepción. Asegúrate de que cuente con cinturones de seguridad y trabas que impidan que el bebé se deslice o intente pararse y para que no se cierre. Estos mecanismos deben ser seguros pero también cómodos para ajustar, ya que los usarás varias veces al día.
5. Respaldo reclinable
Aunque no es una característica imprescindible, una silla que ofrezca la opción de reclinar el respaldo puede ser muy útil. A veces, después de una comida, los bebés se quedan dormidos, y tener la posibilidad de reclinar el asiento les permite descansar unos minutos de manera segura y cómoda. Recuerda siempre verificar que el bebé no tenga restos de comida o líquido en la boca antes de reclinar la silla.
6. Fácil de plegar y transportar
Una silla de comer que se pueda plegar fácilmente y que ocupe poco espacio es una gran ventaja, especialmente si te gusta salir o visitar a familiares. Asegúrate de que el modelo que elijas pueda plegarse de manera compacta para guardarla o transportarla en el baúl del auto sin dificultad.
7. Apoyo para la cabeza
Si la silla cuenta con un respaldo alto o un apoyo para la cabeza, esto brindará un mayor confort para el bebé, especialmente durante las primeras etapas, cuando su control postural aún se está desarrollando. Esto garantiza que tu bebé esté bien sostenido mientras come.
8. Estética y diseño
Aunque parezca un detalle superficial, la estética de la silla también es importante. Es un objeto que verás varias veces al día durante años, por lo que elegir una silla que te guste visualmente y que combine con el estilo de tu hogar puede hacer que la experiencia sea más agradable. Sentirnos bien con los objetos que nos rodean también contribuye a crear un entorno armonioso.
9. Versatilidad para el futuro
Finalmente, algo que recomiendo a las familias que acompaño es pensar a largo plazo. Elegir una silla que se adapte al crecimiento de tu hijo/a te permitirá prolongar su uso y obtener más beneficios de tu inversión. Hay modelos que incluso pueden transformarse en asientos para niños más grandes, acompañando su desarrollo en diferentes etapas.
Ayuda memoria para elegir la silla de comer:
• Que los pies se apoyen adecuadamente
• Que sea fácil de limpiar
• Que ofrezca diferentes alturas ajustables
• Que se pueda reclinar el respaldo
• Que sea plegable y fácil de transportar
• Que cuente con cinturones de seguridad
• Que tenga un diseño estéticamente agradable para vos
• Que incluya un respaldo alto o apoyo para la cabeza
Espero que estos temas te ayuden a tomar la mejor decisión para ti y tu bebé. Recordá que la silla de comer no es solo un lugar para alimentarse, es también un espacio donde tu bebé comenzará a explorar el mundo de los alimentos, a desarrollar habilidades motoras, y a compartir momentos de conexión con la familia.
Romina Deguer