El Rol del Papá en la Crianza: Más Allá de lo Tradicional
Durante muchos años, la crianza de los hijos fue vista como una tarea casi exclusiva de la madre. Sin embargo, con el paso del tiempo, los roles familiares han ido evolucionando, y hoy más que nunca es fundamental reconocer la importancia y la necesidad del papá en el cuidado y desarrollo de los hijos. La paternidad activa y comprometida no solo beneficia a los niños, sino también a la pareja y al propio papá, que descubre una nueva dimensión de sí mismo a través del vínculo con sus bebés.
Esto puede implicar escuchar activamente, ofrecer palabras de aliento y estar dispuesto a compartir la carga emocional que conlleva el cuidado de un bebé. Es fundamental que aproveche el embarazo para informarse sobre el puerperio. Por supuesto también sería saludable que pueda expresar sus sentimientos y deseos al estrenar nuevo rol.
La Paternidad desde el Nacimiento
El rol del papá comienza incluso antes de que el bebé nazca. Durante el embarazo, el apoyo emocional a la madre es clave, pero también lo es la preparación para la llegada del bebé. Participar en las ecografías, en los cursos de preparación para el parto y la lactancia y en las decisiones importantes crea un lazo fuerte entre el papá y el bebé desde el principio.
Cuando nace, la presencia activa del papá es esencial. Aunque los primeros tiempos puedan girar en torno a la lactancia materna, hay muchas maneras en las que el papá puede estar involucrado: desde cambiar pañales, bañarlo, hasta calmar al bebé en sus brazos, o simplemente acompañar a la mamá en los momentos difíciles y brindando lo que ella necesite.
Papá y el Vínculo con el Bebé
La relación entre el papá y su bebé no debe ser secundaria. Si bien al principio el vínculo con la madre suele ser más fuerte debido a la lactancia, al contacto físico constante y otros lazos, los papás también tienen un papel muy importante que jugar. Tomarse el tiempo para sostener al bebé, hablarle, cantarle, participar de sus cuidados y crianza genera una conexión profunda. Estos momentos cotidianos son los que, con el tiempo, van a crear una base sólida de confianza y amor.
Además, el papá tiene la oportunidad de ofrecer algo único en la crianza: una perspectiva distinta. Su manera de interactuar, jugar y cuidar puede ser diferente, y esto le proporciona al bebé un abanico más amplio de experiencias y formas de relacionarse.
Rompiendo con los Estereotipos
A menudo, los papás se ven relegados a ciertos roles tradicionales, como ser el proveedor económico o «la autoridad» en la familia. Sin embargo, el papá de hoy tiene un papel mucho más amplio. No se trata solo de “ayudar” en la crianza, sino de ser co-protagonista en la vida del hijo o hija. El cambio de pañales, las noches sin dormir, las visitas al pediatra y las decisiones diarias sobre el cuidado del bebé no son sólo tareas de la mamá. El papá tiene la misma capacidad y responsabilidad para participar activamente en estas actividades.
Es importante que las parejas dialoguen sobre cómo quieren que sea la dinámica en la familia, para romper con las expectativas sociales y construir una crianza más equitativa. Los beneficios de una paternidad comprometida son inmensos para toda la familia.
La Crianza en Equipo
El papá es un pilar en la crianza, pero también lo es en el apoyo a la pareja. La maternidad es un desafío emocional y físico, y es en estos momentos donde el papá tiene un rol clave. Escuchar, acompañar y compartir las tareas diarias no solo fortalece la relación de pareja, sino que también le demuestra al hijo que ambos son un equipo. Esa imagen de unidad y cooperación es un modelo valioso que los hijos imitan y aprenden para sus propias vidas.
Los padres también juegan un papel activo en el cuidado del bebé. Esto incluye cambiar pañales, bañar al bebé, lavar ropa, sacar turnos médicos, hacer compras, limpiar la casa, cocinar y ayudar a que se duerma. Estas actividades son parte de la mapaternidad no son una ayuda a la madre.
En definitiva, el papá no es un ayudante ni un espectador en la crianza; es un miembro activo del equipo. En esta nueva forma de paternidad, ambos construyen juntos un hogar donde el amor, el respeto y la responsabilidad se comparten, y donde cada miembro de la familia es valorado.
El Camino Hacia una Nueva Paternidad
Cada vez más papás están rompiendo con los moldes antiguos y creando su propio camino en la crianza. La nueva paternidad implica estar presente emocional y físicamente, no solo en los momentos importantes, sino también en el día a día. La cercanía del papá en la vida del niño o niña contribuye al desarrollo emocional y cognitivo, y refuerza el apego seguro.
El desafío para los papás actuales es aprender y adaptarse, sin sentir que deben cumplir con expectativas anticuadas. La crianza es una experiencia única que les permite descubrir nuevas facetas de sí mismos y construir un vínculo profundo con sus bebés. El poder compartir la crianza alivia la carga de la madre, que la sociedad le exige y ratifica que la crianza le corresponde a los dos.
Romina Deguer